Cultura de nieve. Eso es precisamente uno de los objetivos de este proyecto de TerritorioSnow, traer cultura de nieve a México y gente de habla hispana. Pero… ¿qué es cultura de nieve?
Este post no tiene nada que ver con reportajes de atractivos viajes, fotos de aventuras en la montaña ni nada por el estilo. Tenía tiempo con ganas de escribir algo así y hoy me he decidido. Por tanto es algo totalmente personal.
Yo llevo esquiando 30 años, la verdad es que antes la nieve o la montaña no me atraían en absoluto, sabía que existían y ya. Una vez me llevaron a un viaje de esquí esos amigos que todos tenemos que si que esquían y realmente… cambió mi vida. Bueno mi vida y mi forma de ver no solo un deporte como puede ser el esquí o snowboard sino el concepto general de naturaleza, aventura, compañerismo, montaña, soledad, amistad…
La nieve, ese elemento que nos fascina, la montaña, nos transmiten su propio estado de ánimo y lo notamos a través de los esquís, hay que saber escucharla, sentirla. Sentimos la naturaleza, los paisajes nevados que realzan la belleza de cualquier lugar, incluso los animales, ardillas, marmotas, ciervos… La naturaleza te rodea y te sientes parte de ella.
La montaña está viva y la nieve también. Cada día tienen un ánimo diferente y te ofrecen una nueva cara que, además, puede cambiar en cualquier momento. La sola posición del sol o una nube te cambiarán la perspectiva. Esquiar está lleno de sorpresas.
Estaciones de esquí grandes llenas de turistas o pequeñas con encanto, conocer a las personas que han habitado esos lugares toda su vida, sus historias con una chimenea de por medio, lo duro que realmente es el invierno…
El deporte en si es de los pocos que puedes practicar en familia, con tus hijos, hermanos, tus tíos, tus cuñados, no hay edad ni condición física limitante. Compartir familia, historias de bajadas increíbles, viajes que dan envidia, adrenalina al 100 y millones de anécdotas. O simplemente un café y un libro.
Y el simple hecho de esquiar, sentir todo a tus pies, bajar por un bosque en solitario, nevando, sintiendo los copos en la cara y escuchando tus esquís deslizándose por esa nueva capa de nieve recién caída.
Estar helado de frío, la ventisca, pero con unas ganas enormes de seguir bajando o parar para ayudar a un compañero que ha caído, o a un desconocido, porque en la nieve no se deja a nadie atrás. Compañerismo.
Yo, a la nieve la miro a los ojos y me enamora como el primer día. Me da paz y armonía. Me excita, me divierte, la domino y me domina, la miro y me mira, la escucho. La siento. Me da vida.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Muuuuy bien …a éso se le llama pasion!!!!)
Muchas gracias por tu post. Reciba un cordial saludo.
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.